sábado, 11 de septiembre de 2010

Con lo que muevas


Con lo que muevas





Cuidado con lo que muevas,


porque todo podría moverse.


Cuidado donde apoyes tus manos,


porque, en todo, podrías dejar tus huellas.


Y no es


que las huellas sean imborrables,


pero son huellas.


Cuidado, en todo caso,


en dónde quieras dejar


tus marcas.


Nada es inocente en el sentido


de que no tenga consecuencias,


y no quisiera que las tuyas


fueran tan inadvertidas, es decir,


que hicieras como si no supieras si te pido que mires dónde te posas


y que no pretendas que no sabías, o no veías.


Cuidado con lo que muevas,


porque en todo podrías dejar tus huellas.


Cuidado donde apoyes tus manos,


porque todo podría moverse,


igual como sigue la vela al viento.


Y no quisiera que digas


que no querías quien te siga


ni te sigan


habiendo fingido que no sabías




cómo todo, hasta el aire virgen de los hielos,


espera un movimiento


ni hay luz sin sombra


ni voz sin consecuencia


igual que sigue la vela al viento


y la vida donde soples


aliento.


Por lo demás,


adelante, por favor.






Luis Pescetti

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