Con lo que muevas
porque todo podría moverse.
Cuidado donde apoyes tus manos,
porque, en todo, podrías dejar tus huellas.
Y no es
que las huellas sean imborrables,
Cuidado, en todo caso,
en dónde quieras dejar
tus marcas.
Nada es inocente en el sentido
de que no tenga consecuencias,
y no quisiera que las tuyas
fueran tan inadvertidas, es decir,
que hicieras como si no supieras si te pido que mires dónde te posas
y que no pretendas que no sabías, o no veías.
Cuidado con lo que muevas,
porque en todo podrías dejar tus huellas.
Cuidado donde apoyes tus manos,
porque todo podría moverse,
igual como sigue la vela al viento.
Y no quisiera que digas
que no querías quien te siga
ni te sigan
habiendo fingido que no sabías
cómo todo, hasta el aire virgen de los hielos,
espera un movimiento
ni hay luz sin sombra
ni voz sin consecuencia
igual que sigue la vela al viento
y la vida donde soples
aliento.
Por lo demás,
adelante, por favor.
Luis Pescetti
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